Málaga, en boca de todos
¿Cuál es el secreto de Málaga? Ha dejado de ser un sitio del que había que irse para convertirse en el lugar deseado de trabajadores cualificados de toda Europa. Una ciudad bien conectada que reúne calidad de vida, cultura y nuevas tecnologías. De fondo, el peligro de morir de éxito
Después de dos días en Málaga tratando de averiguar cuáles son los ingredientes que la han llevado a convertirse en la ciudad de moda; después de haber escuchado la versión del alcalde, Francisco de la Torre, quien lleva más de 22 años en el cargo y al que se considera parte fundamental en el milagro, y una vez observado también el ceño fruncido con el que muchos malagueños enfrentan un éxito que les ha llenado de turistas la ciudad y encarecido los alquileres,
El periodista Nacho Sánchez, que llegó de Antequera a Málaga en 1999 para estudiar en la universidad, ha sido testigo en primera línea de esa especie de éxodo inverso. En vez de exportar mano de obra barata, Málaga recibe de unos años para acá especialistas tecnológicos de primer nivel y ahora también operadores del sector financiero. “Esta ciudad”, explica Sánchez, “siempre tuvo playas y buen clima, pero no resultaba suficiente para atraer a grandes empresas. Eso ya ha cambiado debido a multitud de factores, y uno de ellos ha sido la pandemia. Cada vez más personas miran hacia lugares donde se pueda vivir bien sin dejar de optar a una carrera profesional. Lo que más me llamó la atención en el caso de Citi [la mayor empresa de servicios financieros del mundo, con sede en Nueva York] es que sus empleados, todos veinteañeros de la generación Z, no llegan a Málaga en busca de dinero. Al contrario, quieren trabajar aquí por las posibilidades de ocio que da la ciudad gracias a su buen tiempo y su ambiente cosmopolita. Prefieren ganar menos —entre un 30% o 40% de lo que cobraban en Londres— a cambio de poder ir al trabajo a pie, pasear en bici o tumbarse al sol en pleno noviembre. Málaga ha conseguido unir sus virtudes naturales con las de una ciudad mediana, donde no hay grandes atascos y el transporte público funciona. Eso no ocurre en demasiados lugares. No hay más que ver que, en pocos días, Citi recibió 3.700 currículos para 27 puestos en Málaga… Y cuando entrevisté a algunos de los que consiguieron el empleo, todos destacaron la buena ubicación de la ciudad con respecto a otros lugares de interés. Pensé que se referían a su cercanía a Sierra Nevada o a Sevilla, pero resultó que no solo. Isadora Sunderhus, una brasileña de 23 años, me contó que en apenas dos meses había viajado ya a Praga y París. El aeropuerto de la Costa del Sol —que está a poco más de 15 minutos en coche o en tren del centro de Málaga— es clave”.

