Historias de éxito

Dani Rovira, un actor malagueño

El actor malagueño, que ha cerrado temporada en TVE y mantiene un monólogo en Netflix, muestra su lado más reflexivo tras superar un cáncer

Al actor malagueño, que es puro ingenio, se fija en todo y lo cuenta con gracia y desparpajo, siempre le fue la reflexión, con grados de profundidad variables, porque sin ella difícilmente se habría ganado la vida con sus monólogos filosófico-humorísticos hasta el día en el que una jugada afortunada lo convirtió en el rostro del año del cine de aquí. 

Tras llevar Ocho apellidos vascos al número uno histórico de la taquilla española, ha tenido acceso a algunos papeles tan deseados como el del enfermo de esclerosis múltiple de 100 metros. En el ámbito de lo cómico, ha sido un estupendo SuperLópez y ha participado en diversos filmes de dispar vida en taquilla, convencido de que “la comedia genera una energía positiva que cada vez necesitamos más. Reír, pero también llorar y apretar el culo contra el asiento y que, de repente, nos entren ganas de salir a la calle a repartir flores descalzos. El cine, el arte, puede hacer que recordemos que estamos vivos, aunque esto parezca una bobada o una frase de Paulo Coelho”.

La comedia genera una energía positiva que cada vez necesitamos más; el cine, el arte, puede hacer que recordemos que estamos vivos”

¿Al final es verdad que cuando vienen mal dadas ya no se tiene tiempo para tonterías?

Y empieza el tiempo de hacer lo que te dé la gana. Y a mí además se me junta mi enfermedad con la pandemia que, de por sí, nos ha resituado a todos y nos ha obligado a reflexionar. Yo no me quejo porque siempre he hecho aproximadamente lo que he querido, pero igual he sido de agradar de más y eso ha hecho que me haya cortado en muchas cosas. Todo lo que me ha pasado ha conseguido que me importe mucho menos la mirada del otro; creo que solo vale la de aquellos que te importan. Pero cuando estás en el disparadero de tantísimos miles e incluso millones de personas, no puedes estar supeditando tus acciones para que nadie hable mal de ti, para que nadie piense que… Eso es agotador.

¿Anda relajado y disfrutando?

Ahora sí, que ha sido todo muy duro. Me lo he propuesto. Me dicen que se nota en el programa de televisión que estoy así, feliz por lo que aportan los demás. Ha sido una experiencia enorme a nivel técnico y artístico y ha costado cogerle el tranquillo pero, al final, creo que hemos conseguido hacer el guiso con armonía. Y me noto disfrutón; he llegado al convencimiento de que sólo así las cosas salen bien porque esa sensación se transmite a través de la pantalla. El cuerpo relajado y la cabeza a mil por hora, pero…